La exposición al sol no es únicamente nociva en la piel de nuestro cuerpo. Lo es también en la piel del contorno de los ojos. Y es que las personas no tienen en cuenta, a la hora de protegerse del sol, la piel de los párpados. Así lo indica la oftalmóloga del Hospital Universitario del INGESA, Kumari Ramchand Nanwani. La médico especialista recuerda, además, que la sequedad puede influir en la córnea provocando queratitis, una sequedad que puede ser provocada por los aires acondicionados.

Otro factor que en verano puede afectar a la córnea es el tipo de gafas de sol que usemos para protegernos de los rayos de sol.

Kumari Ramchand Nanwani aconseja comprar las gafas de sol en lugares especializados recomendando también su uso a los más pequeños. No es suficiente que las gafas sean oscuras ya que, si no llevan los filtros adecuados, se convierten en nocivas al provocar que la pupila se dilate, penetren los rayos y se dañe la retina. No es aconsejable, bajo ningún concepto, mirar directamente al sol.

En verano, otra forma de dañar nuestros ojos es a través del agua del mar o de la piscina. Un agua sucia y con presencia de microorganismos puede provocar conjuntivitis por lo que la oftalmóloga del Hospital del INGESA aconseja utilizar gafas de natación.

Por todo ello, Kumari Ramchand Nanwani recomienda cuidar de nuestros ojos durante el verano y acudir al médico en cuanto notemos cualquier molestia o secreción ocular.