El director del Centro Español de Información del Cobre aplaude el trabajo del Ingesa de Ceuta

El director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) de Ceuta, Fernando Pérez-Padilla, recibe la visita del director del Centro Español de Información del Cobre, Diego García, quien ha querido agradecer en persona la gran labor de la institución sanitaria en base al estudio que se llevó a cabo el pasado mes de julio por parte del Hospital Universitario de Ceuta en el que se confirmaba la alta eficacia antibacteriana del cobre. En la reunión también ha estado presente el Dr. Julián Domínguez, responsable del Servicio de Medicina Preventiva, Salud Pública y Prevención de Riesgos Laborales del Hospital.
Los servicios de Medicina Preventiva, Microbiología y Mantenimiento del Hospital Universitario de Ceuta, del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) participaron en este proyecto que ratificó la alta eficacia antibacteriana sobre superficies de cobre, objetivo de esta investigación.
De inicio, los investigadores se plantearon determinar el tiempo de supervivencia de una cepa de Escherichia coli (E. Coli) y otra de Acinetobacter baumanii imipenem-resistente (ABRIM) sobre un tirador de puerta de acero inoxidable y otro de latón (una aleación que contiene cobre) de uso hospitalario. Para ello, se procedió a contaminar los dos tiradores con una cepa de E. Coli y otra de ABRIM aislada en un brote epidémico del hospital.
Posteriormente se tomaron muestras de los dispositivos en varias etapas: con E. Coli en los primeros 7 minutos, después cada 10 minutos en la primera hora y a las 6, 12 y 24 horas. Mediante este método, el resultado fue que el crecimiento de E. Coli fue casi nulo en el dispositivo de aleación de cobre con sólo un cultivo positivo en el minuto 4, frente al acero inoxidable en el que persistió hasta la hora. En cuanto al ABRIM, a partir del séptimo minuto la bacteria desapareció en la aleación de cobre, con un decrecimiento de 6 logaritmos, persistiendo en todos los cultivos realizados en el acero inoxidable.
En este sentido, la tesis confirma así la hipótesis de la alta eficacia antibacteriana del cobre. Este estudio demuestra que la cepa Escherichia coli (E. Coli) fue prácticamente incapaz de sobrevivir sobre el material de cobre estudiado, ni siquiera en el momento inmediato después de la contaminación del pomo, mientras que en el acero inoxidable se mantuvo viable más de una hora. Por otra parte, la cepa ABRIM apenas pudo mantenerse sobre el material de cobre estudiado, en unas concentraciones muy inferiores a las del acero inoxidable, hasta el minuto 7 del estudio, momento en el que aún se mantenían más de 600.000 UFC en el acero inoxidable.
Asimismo, se puede deducir que las superficies de cobre son un prometedor complemento de las medidas higiénicas y de desinfección para la reducción de la carga microbiana en el entorno hospitalario, redundando así en la consecuente reducción de infecciones nosocomiales. Los datos parecen concluir que el material de cobre estudiado tiene una capacidad bactericida mucho mayor que la del acero inoxidable, evidenciando la necesidad de evaluar la carga microbiana ambiental y la eficacia del cobre en entornos de atención de pacientes, próxima meta del Hospital Universitario de Ceuta.